La Forma como Vemos las Cosas
Los
Paradigmas
Relata el Phd Stephen .R. Covey1 ...
"Hace algunos años, uno de nuestros hijos estaba teniendo grandes
dificultades en la escuela. Bajo rendimiento académico, no podía ni seguir
adecuadamente las instrucciones para los exámenes, mucho menos salir bien en
ellos. Era socialmente inmaduro, hasta llegar a apenar a los que estábamos más
cerca de él. Físicamente era pequeño, delgado falto de coordinación."
"Mi esposa y yo nos consumíamos por el deseo de ayudarlo, lo alentábamos
para que lograra una actitud mental positiva, sentíamos que si ‘éxito en la
vida’ significaba algo para nosotros, el éxito en nuestro ‘rol como padres’ era
fundamental."
"Cuando otros se burlaban de sus fracasos en los deportes, les
reclamábamos y tratábamos de
justificar sus dificultades: ‘Sólo
está aprendiendo’ les decíamos, y él lloraba y decía que de todos modos no le
gustaba el deporte; pero nada de lo que hacíamos parecía ayudar y ello nos
tenía seriamente preocupados."
"Hasta que un día, en mis trabajos de investigación, profundizando
sobre la Ética de la Personalidad y la Ética de Carácter, mi esposa y yo nos
dimos cuenta que no habíamos estado haciendo otra cosa que disfrutar de un
reconocimiento social por el buen comportamiento de nuestros hijos; y que a
nuestros ojos, este hijo problema simplemente ‘no cuadraba’."
"Nuestra imagen de nosotros mismos, y de nuestro rol como padres
buenos y preocupados era mucho más profunda que la imagen de nuestro hijo, y a
lo mejor la influenciaba. Estábamos mucho más implicados en la forma como
estábamos viendo y manejando el problema, que en nuestra preocupación por el
verdadero bienestar de nuestro hijo."
"Así que decidimos concentrarnos en nosotros y no en nuestras
técnicas. En lugar de tratar de cambiarlo, le dejamos libertad. Así comenzamos
a ver su originalidad, capas y capas de potencial que se desarrollarían a su
propio paso y velocidad. Decidimos relajarnos y quitarnos de su camino, y dejar
que emergiera su propia personalidad."
"Poco a poco comenzamos a disfrutar de él en lugar de compararlo y
juzgarlo. Dejamos de tratar de modelarlo a nuestra propia imagen y de medirlo
contra las expectativas sociales, dejamos de manipularlo para llenar
determinado molde, ya no tuvimos necesidad de sobreprotegerlo. Nuestro mensaje
era: ‘Estás bien en lo fundamental, no necesitas de nuestra protección’. Al
paso de los años, su progreso fue total, tanto en lo deportivo como en lo
académico".
Para poder
cambiar una situación, primero debemos cambiar nosotros. Para poder cambiar nosotros,
lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra percepción de las cosas. Por lo
profundamente arraigadas que son estas percepciones, debemos mirar al lente a
través del cual vemos el mundo, así como al mundo que vemos; ya que este lente
modela la forma de cómo interpretamos ese mundo.
Lo que somos
comunica mucho más elocuentemente que lo que decimos o hacemos. Es el carácter, nuestra
naturaleza, el que comunica más elocuentemente. Mucha gente con grandeza
secundaria ...reconocimiento social por sus talentos..., carece de grandeza
primaria ...bondad en su carácter...; y esto se verá más tarde o más temprano
en cualquier relación de largo plazo. "Si no existe la confianza, no están
sentadas las bases para el éxito permanente."
Un Paradigma es la forma como vemos el mundo ...no en
términos del sentido visual, sino en términos de cómo lo percibimos, lo
comprendemos, o lo interpretamos... Dos personas pueden ver la misma cosa,
estar en desacuerdo, pero ambas pueden estar en lo cierto. No es un asunto
lógico, es sicológico.
Nuestro acondicionamiento durante la vida afecta poderosamente nuestra
percepción. Tratar de cambiar nuestros hábitos y actitudes externas logra muy
pocas cosas en el largo plazo si no examinamos los paradigmas básicos de donde
fluyen esas actitudes y hábitos.
Tenemos la tendencia a pensar que vemos el mundo objetivamente, tal y
como son las cosas. En realidad, generalmente no vemos el mundo como es,
sino como somos. Interpretamos los hechos en base a experiencias
pasadas.
El ingrediente más importante que ponemos en una relación no es lo que
decimos y hacemos, sino lo que somos. Si nuestras palabras y nuestras
acciones provienen de técnicas superficiales de relaciones humanas, la Ética de
la Personalidad, en lugar de originarse en nuestro núcleo más profundo, La
Ética del Carácter, sus interlocutores sentirán esa duplicidad. Sencillamente
nos será imposible crear y sostener relaciones profundas y crear, fortalecer y
sostener las fundaciones que necesitamos para una interdependencia efectiva.
La experiencia " ¡AJA! " o la Mutación del Paradigma
(Paradigm Shift) es como si una luz se hubiera prendido. Cuando repentinamente
o a través de un proceso, vemos las cosas de una manera diferente. Los
paradigmas, correctos o incorrectos son la fuente de nuestras actitudes y
hábitos, y son fundamentales en nuestra relación con las otras personas.
La Ley de la Cosecha nos dice que solo cosecharemos lo que
sembremos al principio de la primavera y cuidemos durante el verano. Reguemos
las flores que queremos que crezcan.
Ver Video: No vemos el mundo como es, sino como somos
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