jueves, 25 de abril de 2013


La Forma como Vemos las Cosas
Los Paradigmas

Relata el Phd Stephen .R. Covey1 ...

"Hace algunos años, uno de nuestros hijos estaba teniendo grandes dificultades en la escuela. Bajo rendimiento académico, no podía ni seguir adecuadamente las instrucciones para los exámenes, mucho menos salir bien en ellos. Era socialmente inmaduro, hasta llegar a apenar a los que estábamos más cerca de él. Físicamente era pequeño, delgado falto de coordinación."

"Mi esposa y yo nos consumíamos por el deseo de ayudarlo, lo alentábamos para que lograra una actitud mental positiva, sentíamos que si ‘éxito en la vida’ significaba algo para nosotros, el éxito en nuestro ‘rol como padres’ era fundamental."

"Cuando otros se burlaban de sus fracasos en los deportes, les reclamábamos y tratábamos de

 justificar sus dificultades: ‘Sólo está aprendiendo’ les decíamos, y él lloraba y decía que de todos modos no le gustaba el deporte; pero nada de lo que hacíamos parecía ayudar y ello nos tenía seriamente preocupados."

"Hasta que un día, en mis trabajos de investigación, profundizando sobre la Ética de la Personalidad y la Ética de Carácter, mi esposa y yo nos dimos cuenta que no habíamos estado haciendo otra cosa que disfrutar de un reconocimiento social por el buen comportamiento de nuestros hijos; y que a nuestros ojos, este hijo problema simplemente ‘no cuadraba’."

"Nuestra imagen de nosotros mismos, y de nuestro rol como padres buenos y preocupados era mucho más profunda que la imagen de nuestro hijo, y a lo mejor la influenciaba. Estábamos mucho más implicados en la forma como estábamos viendo y manejando el problema, que en nuestra preocupación por el verdadero bienestar de nuestro hijo."

"Así que decidimos concentrarnos en nosotros y no en nuestras técnicas. En lugar de tratar de cambiarlo, le dejamos libertad. Así comenzamos a ver su originalidad, capas y capas de potencial que se desarrollarían a su propio paso y velocidad. Decidimos relajarnos y quitarnos de su camino, y dejar que emergiera su propia personalidad."

"Poco a poco comenzamos a disfrutar de él en lugar de compararlo y juzgarlo. Dejamos de tratar de modelarlo a nuestra propia imagen y de medirlo contra las expectativas sociales, dejamos de manipularlo para llenar determinado molde, ya no tuvimos necesidad de sobreprotegerlo. Nuestro mensaje era: ‘Estás bien en lo fundamental, no necesitas de nuestra protección’. Al paso de los años, su progreso fue total, tanto en lo deportivo como en lo académico".

Para poder cambiar una situación, primero debemos cambiar nosotros. Para poder cambiar nosotros, lo primero que debemos hacer es cambiar nuestra percepción de las cosas. Por lo profundamente arraigadas que son estas percepciones, debemos mirar al lente a través del cual vemos el mundo, así como al mundo que vemos; ya que este lente modela la forma de cómo interpretamos ese mundo.

Lo que somos comunica mucho más elocuentemente que lo que decimos o hacemos. Es el carácter, nuestra naturaleza, el que comunica más elocuentemente. Mucha gente con grandeza secundaria ...reconocimiento social por sus talentos..., carece de grandeza primaria ...bondad en su carácter...; y esto se verá más tarde o más temprano en cualquier relación de largo plazo. "Si no existe la confianza, no están sentadas las bases para el éxito permanente."
 
Un Paradigma es la forma como vemos el mundo ...no en términos del sentido visual, sino en términos de cómo lo percibimos, lo comprendemos, o lo interpretamos... Dos personas pueden ver la misma cosa, estar en desacuerdo, pero ambas pueden estar en lo cierto. No es un asunto lógico, es sicológico.
Nuestro acondicionamiento durante la vida afecta poderosamente nuestra percepción. Tratar de cambiar nuestros hábitos y actitudes externas logra muy pocas cosas en el largo plazo si no examinamos los paradigmas básicos de donde fluyen esas actitudes y hábitos.
Tenemos la tendencia a pensar que vemos el mundo objetivamente, tal y como son las cosas. En realidad, generalmente no vemos el mundo como es, sino como somos. Interpretamos los hechos en base a experiencias pasadas.
El ingrediente más importante que ponemos en una relación no es lo que decimos y hacemos, sino lo que somos. Si nuestras palabras y nuestras acciones provienen de técnicas superficiales de relaciones humanas, la Ética de la Personalidad, en lugar de originarse en nuestro núcleo más profundo, La Ética del Carácter, sus interlocutores sentirán esa duplicidad. Sencillamente nos será imposible crear y sostener relaciones profundas y crear, fortalecer y sostener las fundaciones que necesitamos para una interdependencia efectiva.
La experiencia " ¡AJA! " o la Mutación del Paradigma (Paradigm Shift) es como si una luz se hubiera prendido. Cuando repentinamente o a través de un proceso, vemos las cosas de una manera diferente. Los paradigmas, correctos o incorrectos son la fuente de nuestras actitudes y hábitos, y son fundamentales en nuestra relación con las otras personas.
La Ley de la Cosecha nos dice que solo cosecharemos lo que sembremos al principio de la primavera y cuidemos durante el verano. Reguemos las flores que queremos que crezcan.
 
 
 

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