Este principio plantea que el 10%
de la vida está relacionado con lo que te pasa, y el 90% restante se relaciona
con la forma en cómo respondemos.
¿Qué quiere decir esto? Pues que tú
no tienes control sobre el 10% de lo que te sucede. No puedes evitar que el Metro esté lleno de
pasajeros, que el autobus se descomponga o llegue tarde, o cualquier otra
situación que pueda arruinar todo tu plan del día.
Tampoco puedes evitar que un
automovilista te obstaculice el paso con su vehículo, o que la persona que te
en la panadería o en la farmacia esté de mal humor y no te trate bien. No
tienes control de ese 10% de tu vida.
Pero el otro 90% es diferente,
porque de ese porcentaje tu sí tienes el control sobre la forma en que respondes
frente al 10%.
No puedes controlar la forma en
que te trata el conductor de un transporte público, pero sí puedes controlar tu
reacción a la situación.
No puedes controlar el estado de
ánimo de la gente con la que tratas, si se siente bien o mal. Pero sí puedes
evitar que se aprovechen de ti, controlando tu forma de responder.
Un ejemplo práctico del principio 90/10:
Estás desayunando con tu familia.
Tu hija tira una taza de café y chispea tu camisa de trabajo.
No tienes control sobre lo que
acaba de pasar. Pero lo siguiente que va a ocurrir estará determinado por tu respuesta:
Maldices... Regañas severamente a
tu hija porque "te manchó" la camisa con el café. Ella rompe a
llorar. Después de regañarla, te volteas a tu esposa y la criticas por colocar
la taza demasiado cerca de ti. Y de ahí en adelante "se desata" una
batalla verbal.
Vociferas mientras vas a
cambiarte la camisa. Cuando regresas encuentras a tu hija demasiado ocupada, llorando, terminándose el
desayuno para ir a la escuela. Pero ya perdió su transporte. Te toca llevar a
tu hija porque tu esposa debe irse inmediatamente para su trabajo.
Debido a que ya estás atrasado,
manejas a demasiada velocidad y casi chocas 3 veces por el camino, lo que te
acelera la tensión. Después de 15 minutos de retraso y con el nivel de amargura
elevado llegas a la escuela. Tu hija sale corriendo del carro sin decirte
adiós.
Después llegas a tu trabajo 30
minutos tarde, y te das cuenta que se te olvidó la cartera... Tu día empezó
terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor. Ansías llegar a tu casa.
Cuando llegas a tu casa,
encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija.
¿Por qué?... ¿Por qué tuviste un mal día?...
Todo comenzó con tu reacción en
la mañana. No tenías control sobre lo que pasó con el café. La forma en cómo
reaccionaste esos 5 segundos fue lo que causó tu mal día.
Mira lo que pudo suceder:
El café te chispea. Tú hija está
a punto de llorar. Tú gentilmente le dices: "está bien, cariño, sólo
necesitas tener más cuidado la próxima vez".
Después de agarrar una camisa
nueva y tu maletín, regresas y miras a través de la ventana a tu hija tomando
el autobús. Ella voltea y te dice adiós con la mano.
¿Notas la diferencia?... Dos
escenarios diferentes. Ambos empezaron igual. Ambos terminaron diferente. ¿Por
qué?... Realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede. El otro 90%
lo determinó tu reacción.
Algunas ideas de cómo aplicar el principio 90/10:
Si alguien te dice algo negativo
sobre ti no lo tomes muy a pecho. Deja que el ataque caiga como el agua sobre
el aceite. No dejes que los comentarios negativos te afecten.
Responde apropiadamente y no
arruines tu día. Una respuesta (o reacción) equivocada podría resultar en la
pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, etc.
¿Cómo responder si alguien te
interrumpe en el tráfico?... ¿Pierdes tu carácter?... ¿Golpeas sobre el
volante? (a un amigo mío se le desprendió el volante). ¿Maldices?… ¿Te sube la
presión?... ¿Por qué dejar que los demás te arruinen el día?... Recuerda el
principio 90/10 y no te preocupes de eso.
Tú has dicho que perdiste el
empleo. ¿Por qué perder el sueño y ponerte enojado? Eso no te dará buenos resultados.
Usa la energía de preocupación y el tiempo para encontrar otro trabajo.
Tu transporte está atrasado. Va a
arruinar la programación de tu día. ¿Por qué manifestar tu frustración con las
personas que te rodean? Ellas no controlan lo que está pasando.
Usa tu tiempo de espera para
estudiar, para leer las cosas que quieres leer y que no tienes tiempo. ¿Por qué
estresarse? Eso hará que las cosas se te pongan peor.
Ahora ya conoces el principio
90/10. Aplícalo y te sorprenderás con los resultados. No perderás nada si lo
intentas. Todo lo contrario.
Muy pocos lo conocen y aplican
este principio. Lo que explica que millones de personas están sufriendo de un
estrés que no vale la pena. Malestar, dolor de cabeza, frustración,
desesperanza.
Si vas por tu vida con más
conciencia de aplicar este principio, puedes evitar que ese 10% del que no
tienes control afecte negativamente en tu 90% de reacción.
gracias muy bueno
ResponderEliminarmuy interesante
ResponderEliminarmuy interesante
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarHola, ¿Cuál es el sustento científico de las proporciones 90 y 10? Por qué no 80/20 o 70/30
ResponderEliminarSaludos
Estimado Dario, no sé si exista un fundamento científico para el 90/10 del Sr. Covey; lo cierto es que, la simple aplicación de este principio te demuestra cambios positivos en el día a día.
EliminarCreo que esta más basado en el principio de pareto y no hay una relación exacta. Lo que sí es una realidad es que la mayoría de las decisiones que tomas están basadas en condiciones que no controlas
EliminarImpresionante. Infinitas Gracias a la persona que me lo aconsejó.
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminar